Solemos ser superficiales, niños pequeños, no expresamos lo que sentimos en determinados momentos, reímos por absurdas tonterías, y aún así, no llegamos a ser quienes somos realmente.
Tenemos caras, y según con quién, la cambiamos cuando queremos, puesto que sinceramente nos reimos de ellos.
A veces deberíamos afrontar las cosas con madurez y con la cabeza bien alta, pero veo que es todo lo contrario, contra mas mayores somos, mas nos creemos, y mas dejeamos de ser quienes somos verdaderamente.
Con el tiempo, y con madurez, te das cuenta, de que, las personas que verdaderamente te conocen, te quieren, pero no por lo que aparentes serm si no por como eres realmente.
Tenemos caras, y según con quién, la cambiamos cuando queremos, puesto que sinceramente nos reimos de ellos.
A veces deberíamos afrontar las cosas con madurez y con la cabeza bien alta, pero veo que es todo lo contrario, contra mas mayores somos, mas nos creemos, y mas dejeamos de ser quienes somos verdaderamente.
Con el tiempo, y con madurez, te das cuenta, de que, las personas que verdaderamente te conocen, te quieren, pero no por lo que aparentes serm si no por como eres realmente.
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